Hay veces en las que
entrevistar a ciertos autores se hace muy difícil, ya sea porque ellos están
muy ocupados trabajando todo el día y eso hace que nunca estén disponibles o
porque uno mismo no tiene los medios para poder acercarse a ellos y
entrevistarlos en persona. También están los que se hacen las estrellas y
directamente no te contestan ninguno de los 400 mails que les mandas
solicitando una entrevista. Pero en fin, dibujar cómics es un trabajo que
consume mucho tiempo y demanda mucha tranquilidad y soledad, es por ello que
cuando el autor se hace un tiempo para responder unas preguntas, uno, en su
lugar de entrevistador trata de sacarle el mayor jugo posible al tiempo que nos
brindan y en ese rato les preguntamos de todo.
En el caso particular
de Craig, él es un autor de cuyo trabajo me enamoré ni bien comencé a leer su
libro
“Blankets” (cobertores,
frazadas) y siempre me ha llamado la atención el ver cuál es su proceso
creativo y como trabaja, pero lamentablemente no es una persona muy fácil de
ubicar. Sus obras son extensas y muy abarcativas, y él tiene la costumbre de ir
documentando la evolución del proyecto en el que esté trabajando en su blog
doot doot garden, blog que comencé a seguir desde que vivía en EE.UU.
Dado que él es un autor anglo parlante (lógicamente) la
barrera idiomática suele interponerse entre sus trabajos, sus entrevistas y sus
posibles seguidores de habla hispana que no saben inglés. Es por una conjunción
de todo lo mencionado anteriormente que a falta de poder entrevistarlo yo mismo
decidí tomar cuatro entrevistas realizadas por otros periodistas y desglosarlas
hasta darle al contenido la forma de una única entrevista que se adapte al
perfil de las que hago para éste proyecto. Mi trabajo en éste caso consiste en
recopilar, editar y traducir el material que están por leer. Todos los autores
originales están reconocidos y pueden ir a leer los artículos completos de cada
uno siguiendo los links al final de la nota. Con todo eso dicho procedemos con el
material.
Craig Thompson nació
en Michigan, el 20 de septiembre de 1975 en el seno de una familia de granjeros
cristianos fundamentalistas. Comenzó a hacer historietas desde su adolescencia
tardía, su primer trabajo publicado es una novela gráfica llamada
Good-bye, Chunky Rice, que editó bajo el
sello Top-shelf en 1999. Se trata de una historia de carácter
semi-autobiográfico que gira en torno a un ratón y una tortuga. Realizado en un
estilo típico del
cartooning y con
animalitos tiernos como personajes centrales no es una sorpresa que no haya
tomado al sub-mundo del cómic independiente por sorpresa. Sin embargo con el
tiempo fue cosechando más y más seguidores, quienes gracias al boca en boca
fueron difundiendo su trabajo. En el 2000
Good-bye,
Chunky Rice hizo que Thompson ganara el premio Harvey como mejor talento
nuevo.
Con un libro y un par
de premios importantes bajo el brazo el joven autor decide embarcarse en su
próxima obra, un libro más complejo, más adulto y decididamente autobiográfico.
El nuevo proyecto terminaría siendo el indispensable y gigantesco mamut
editorial que se llama Blankets,
también publicado por Top-shelf.
Hijo de una familia
cristiana y criado en una casa absolutamente conservadora aborda en su libro
temas como el crecimiento, el paso del tiempo, la religión, el amor y la
búsqueda de la propia identidad de una manera honesta y francamente
refrescante. Su estilo de dibujo, lleno de toques impresionistas y patrones en
los cuales parece dar rienda suelta y escribir lo que su conciencia le dicta.
Todo esto junto con una exquisita narrativa poética crearon una hermosa y
cálida historia de amor y decepción que es ampliamente reconocida como una de
las mejores novelas gráficas jamás escritas. Pero el proceso no fue inmediato,
tardó varios en completar la titánica novela de más de 540 páginas. En 2003,
luego de que el libro llegara a los estantes de varias librerías Thompson se
encontró recibiendo premios por montones, algunos Incluyen el Eisner, el Harvey
y el Ignatz (la sagrada trinidad de los premios americanos para el cómic) mas
otros tantos de igual prestigio alrededor del mundo. La crítica y los fans lo
llenaron de alabanzas y lo volvieron un referente de la nueva camada de jóvenes
autores. Pero ni cegado por el éxito ni por los premios Thompson decidió
embarcarse nuevamente en otro proyecto titánico, aún más ambicioso y largo que Blankets.
Así que se mete de
nuevo de cara a la mesa de dibujo y luego de batallar con el cansancio mental y
la extenuación física que terminó ocasionándole problemas de salud se las
ingenia para atacar su nuevo proyecto; un cuento de hadas centrado en la
cultura islámica de más de 650 páginas llamado Habibi (Mi amado).
Iniciando su trabajo
a fines de 2004 y pensando inicialmente en publicarlo en 2009 el libro terminó
llevándole unos siete años para ser producido en su totalidad. Esto se debe a
la enorme cantidad de detalles que lo pueblan y que todo en él está hecho a
mano, desde las guardas de algunas páginas hasta los patrones que separan cada
capítulo, llegando incluso al número que acompaña y numera cada una de sus
páginas. Durante el proceso de desarrollo de
Habibi Thompson se vio envuelto en interminables giras de
presentación de
Blankets que lo
llevaron por toda Europa y los EE.UU. Durante su tour europeo visito Egipto y
Marruecos y de ese viaje se desprende su travelogue (o diario de viaje)
Carnet de Voyage también publicado por
Top-shelf. Luego de seguir de gira por un tiempo, de lidiar con problemas de
salud y personales y de reestructurar
Habibi
más de una vez el libro fue finalmente publicado en 2011 a través de Pantheon
Books, cosa que marca además el cambio de editorial para el autor, pasando de
una editorial chica a una mucho más masiva.
Tengo ahora el placer
de dejarlos con la siguiente entrevista realizada al autor, uno de los
paradigmas modernos del comic independiente.
Comencemos con una
pregunta estándar, ¿Cuál es tu historia personal con los cómics? ¿Cómo
descubriste los cómics cuando estabas creciendo?
Los primeros cómics que recuerdo obtener eran unos de Spiderman que venían acompañando al
diario Daily Texan y que mi abuela solía mandarme. Eran gratis—además de eso,
eran tiras de diarios, cualquier cosa que fuera gratis, que fuera cómic, yo lo
leía. Y yo amaba los cómics de chico, pero no sé si necesariamente los amaba
más que al resto de las porquerías que me gustaban—ya sabés, como las películas
y los video juegos, o los juguetes y los dibujitos animados de los sábados a la
mañana. Cerca de la pre-adolescencia, entrando en la secundaria se me dio por
el asunto del “coleccionismo”, y luego
medio que se disipo para cuando llegué a la secundaria porque ahí me
interesaron las chicas. Así que no fue hasta que comencé la facultad que mi
verdadero interés por ellos se desarrolló.
¿Qué leías en aquel
momento?
Lo primero que encontré fue Madman de Mike Aldred y Bone
de Jeff Smith. Y esto surge al estar rodeado por un contexto de amigos lectores
de cómic durante toda la secundaria, ellos iban y hacían el esfuerzo para
“venderme” los cómics—me llevaban a tiendas de comic o me prestaban cosas…pero
nada de eso me enganchaba. No lo entendía para nada. Era como que pensaba “Esta
bien, cómics…como sea”. Luego cuando cumplí 19, o por ahí; ahí fue cuando esos
libros aparecieron en el mercado. Un amigo me arrastraba a la tienda de comics
y esa fue la primera vez que encontré allí algo que me gustara. Eso como que me
ayudo a comenzar.
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Panel de Bone, de Jeff Smith. Una de las influencias citadas por Thompson. |
Eso suena bastante a
que te metiste con las revistas chicas, del tipo en blanco y negro—las que no
tienen que ver con cosas de superhéroes.
Sí, seguro, definitivamente no superhéroes. Pero esos dos (Madman & Bone), de alguna manera son
accesibles, en una tienda de un pueblo chico, y no fue hasta que me mudé de
nuevo que fui capaz de extender mis horizontes y encontrar otras cosas.
Ahora, en Blankets hay un montón de lugares donde
hacés referencia a dibujar de chico. ¿En qué punto te diste cuenta que el comic
era tu forma, el medio donde de verdad querías trabajar?
No fue hasta los 19, como te iba describiendo, cuando
comencé la facultad, a los 18 o 19. Durante la mayor parte de la secundaria me
gustaban mucho los dibujos animados, y estaba consumido por la animación y
realmente quería hacer eso. Pasé por varias fases durante la secundaria. Una era
esta fase muy modesta de pueblerino en la que quería trabajar como artista, así
en una de esas podría conseguir trabajo diseñando avisos para marcas de
cubiertas. Algo que en algún punto llegué a hacer. Pero no pensaba que pudiera
hacer algo más allá de eso…tenía metas bastante modestas. En segundo año,
quizás en tercero me comenzó a interesar en serio la animación, y comencé a
pensar, “Okay, me voy a ir a Cal Arts en California y me voy a conseguir un
trabajo en… yo que sé, Walt Disney y voy
a hacer animación”. Para cuando estaba en el último año, por distintas razones,
me desilusioné bastante con esa idea, porque Disney es algo así como la cima de
lo que podés alcanzar en animación. Volví a tener esa mentalidad de tipo
pueblerina, y pensé “Un minuto, no voy a poder ir a la escuela de arte y hacer
este tipo de cosas”. My novia estaba todavía en la secundaria cuando yo la
terminé, así que terminé yendo a una facultad local (community college) en el
mismo pueblo. Un amigo me ofreció hacer una tira para el diario de la facultad,
y mientras lo iba intentando, medio que me enamoré de los cómics, así de
repente. Cubrió todas mis necesidades…podía dibujar historietas, contar una
historia; pero además tenía control total, no era solo un engranaje en algún
lugar de laguna máquina.
Ese momento de
reconocimiento es algo que me interesa…me doy cuenta de lo que decis, sobre
tener el control siendo dibujante de historietas, en lugar de ser animador.
Sí, eso era una gran parte del desencanto…darse cuenta, “Oh,
esperá, Yo solo voy a ser uno de esos tipos que animan copos de nieve, o uno de
los animadores de ´agua´ en un estudio de Disney”. Eso habría sido muy
doloroso.
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Thumbnails hechos para Chunky Rice. |
Es interesante…antes
mencionaste que Bone fue uno de los
primeros cómics en captar tu atención, porque como que casi se puede ver una
especie de conexión con Chunky Rice
también.
Si, ahí está el elemento de lo “tierno”, y el tipo de trazo
con el pincel. Me acuerdo de cuando recién estaba comenzando en el circuito del
cómic, con solo un par de minicomics y conociendo a otros artistas, dos de mis
primeros amigos dibujantes fueron Steve Weissman y Ed Brubaker. Mientras
trabajaba en Good-bye, Chunky Rice
ellos vinieron de visita a Portland. Estaban viendo algunas de las páginas y me
decían cosas como, “¿No tenés miedo que sea demasiado tiernito como la escena
de cómics alternativos?” Y yo ni había pensado en eso hasta ese momento; yo
solo tenía este tipo de…en especial con ese libro…una especie de atracción
hacia lo tierno. En ese momento no había pensado ni un poco al respecto.
Funciona realmente
bien a los propósitos de la historia, creo yo. ¿Fue ese tu primer comic
publicado masivamente aparte de los minicomics?
Había hecho un par de minicomics, y ese iba a ser uno
también, excepto que justo me había mudado a Portland, y Brett Warnock, que era
el único editor de top-shelf en ese momento me dijo, “Oh, yo lo publico!” Y
luego de hacerme esa promesa -ahí era minicomic- se junto con Chris Staros y
juntos decidieron que querían hacer novelas gráficas. Entonces yo venía trabajando
en Good-bye, Chunky Rice y seguía y
seguía creciendo en número de páginas, y en momento yo les dije, “Oh, esto va a
ser como de 60 páginas!” y ellos dijeron, “Okay, lo vamos a publicar igual.” Y
terminó siendo una novela gráfica, casi que accidentalmente.
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Good-bye, Chunky Rice. Publicado
por Top-shelf - 128 Páginas. |
Chunky Rice se trata aparentemente sobre un ratón y una tortuga,
pero se siente bastante autobiográfico.
Sí, lo es. Era sobre mi experiencia al dejar mi estado natal
y hacer el primer gran movimiento de mi vida por las mías. Definitivamente estaba
alimentado por mis experiencias emocionales del momento, alejándome de mis
amigos.
¿Eran los personajes
animales una especie de velo para la personalización del libro?
Inicialmente, estaba trabajando en un minicomic, en el cual
hice todas estas historias cortas de tinte autobiográfico que eran como cartas
individuales que le mandaba a un amigo en casa, y se trataban solo de mi amigo
y yo. Mezcladas con esas historias había una sobre una tierna tortuguita.
Cuando me mude a Portlan Warnock, quien eventualmente se convirtió en mi
editor, me dijo: “Esas tiras autobiográficas son solo para vos y tu amigo, son
impublicables, por sí mismas, pero si alguna vez querés hacer un libro sobre
esa tortuguita, gustosamente te lo publicaría”. Creo que fue esa invitación lo
que me inspiró a hacer un libro entero sobre Chunky Rice. Y creo que en aquel momento estaba mucho más cómodo
dibujando pequeños personajes caricaturescos.
¿Qué pasó entre el
final de Chunky Rice y los comienzos
de Blankets que te inspiró a hacer un
libro totalmente autobiográfico con personajes humanos?
Probablemente lo mismo que me está pasando ahora, que es una
especie de descontento con mi trabajo, y una frustración con mi estilo de
dibujo, y las ganas de hacer algo diferente. Venía dibujando con una línea
rápida y clara, dibujando animalitos. Así que, en el medio, traté de enseñarme
algo nuevo, y no creo que haya sido hasta las primeras 100 páginas de Blankets que realmente le agarré la
mano. Esa era también parte de la motivación: Solo puedo mejorar, si me siento
y dibujo algo así como 500 páginas. Eso lo saqué de Lewis Trondheim, que hizo
su libro, Lapinot [et les carottes de
Patagonie]-y tiene unas 500 páginas también. Cuando él comenzó ni siquiera
sabía dibujar –o eso es lo que él dice- y dibujó un libro de 500 páginas.
Aprendió a dibujar a medida que lo iba haciendo.
¿Hubo algo en
particular que esa experiencia te haya enseñado, algo que te hayas llevado con
vos cuando comenzaste a trabajar en Blankets?
Ah…solo que completar las cosas es una buena idea! Había
comenzado un montón de proyectos antes de eso, hacia unas 20 páginas de algo y
ahí perdía el interés, y un par de meses más tarde arrancaba un proyecto nuevo.
Nunca terminaba nada. Así que aunque Chunky
Rice tuviera mil limitaciones o debilidades o lo que fuera, el simple hecho
de haberlo terminado era algo bastante importante, y termino siendo algo
bastante exitoso para esa etapa de mi vida. Así que Blankets fue mucho más fácil. Incluso cuando iba a ser un libro mucho
más grande, para mí era algo como, “Bueno, lo único que tengo que hacer es
terminarlo”
|
Blankets, publicado por
Top-shelf - 592 páginas. |
Eso pone las cosas en
perspectiva, ¿no? Eso me lleva directo a una de mis preguntas sobre Blankets. Es tan grande, y es tan
complejo; ¿Cuándo comenzaste a trabajar en él, tenías alguna especie de mapa
para adonde querías ir con él?
Si, empecé solo con un montón de notas, pero luego pasé todo
un año…un año entero, trabajando medio tiempo…haciendo una versión en borrador,
solo con thumbnails, y edité eso un par de veces antes de comenzar con las
páginas. Así que de alguna manera era como que ya había terminado el libro.
Trabajé esos thumbnails hasta que quedé satisfecho, y fue raro el comenzar a
dibujar las páginas finales, porque era como que, bueno, como que ya había
terminado la historia. Así que de alguna manera, no me dejé disfrutar del
sentimiento de sorpresa que algunos dibujantes tienen a medida que van
trabajando en la historia. Pero también, una vez que ya había establecido el
ritmo y que había agarrado el hábito de trabajar en ellas…me afilé y fui
mejorando a medida que trabajaba en ellas.
Eso es interesante,
porque de cierta manera es muy similar al método de trabajo de un escritor, en
el sentido de que comenzás con un borrador muy crudo y después llegas a la
versión final. Ese es un método que normalmente se asocia con los novelistas o
los escritores de prosa más que con artistas de comics.
Si, y probablemente la principal razón para eso es que en
los cómics no es muy fácil lo de andar editando. Incluso después de haber hecho
las páginas definitivas, lo que me tomó un par de años, fui e hice algunos
cambios más, pero lleva mucho tiempo el cambiar una página en contraposición a
cambiar solo texto.
¿Así que Blankets te
llevo…decís que como 2, 3 años?
Sí, tres años y medio de cabo a rabo.
Ese es mucho tiempo
para comprometerse.
Sip, y era definitivamente un proyecto hecho a medio tiempo,
porque no recibía ningún dinero para trabajar en él.
Hoy te estás
manteniendo completamente con tus libros.
Si, por primera vez en mi vida.
¿Qué hacías antes de
eso?
Por suerte, mientras hacía Blankets iba haciendo cosas para la Nickelodeon Magazine. Mi editor era Chris Duffy. Ese era un gran
trabajo para tener, le pagan muy bien a los dibujantes alternativos, es un foro
genial para eso. En este momento hay mucho material de respaldo, pero me
encontraron otros trabajos para hacer, como hacer los layouts para algunas
tiras de Jimmy Neutron. No era tan
bueno como producir mi propio material, pero era lo que me mantenía.
|
Cartoonigami, trabajo hecho para la Nickelodeon Magazine. En las instrucciones dice que al doblar la hoja uniendo ciertos puntos se van obteniendo nuevas cosas. |
¿Vos trabajaste en un
McDonald´s en algún punto, no?
Si…tuve un montón de trabajos distintos. Ese no fue uno de
los mejores.
Hacer historietas es
un medio al que es ridículamente difícil poder entrar. ¿Hubo alguna vez un
momento en el que consideraras meterte a hacer otra cosa?
No, no creo. Tuve esos trabajos horribles, como trabajar en
un almacén o en una tienda de departamentos, acá afuera…me tenía que levantar a
las cinco de la mañana, y acomodar materiales en los estantes. Tenía que
caminar al trabajo porque los autobuses todavía no andaban, así que me la
pasaba repitiéndome a mí mismo, “soy un dibujante, soy un dibujante”. Eso es lo
que hacía en cada trabajo, incluso mientras me iba acercando –cuando hacía
ilustraciones, trabajaba como diseñador gráfico- todavía no era exactamente
trabajo de historietas, pero me decía a mí mismo que si lo era. Nunca fue
necesariamente sobre hacer carrera en esto, era más bien sobre hacerlo a pesar
de todo.
Habiendo pasado un
tiempo trabajando como artista freelancer, me parece que es más sencillo
encontrar trabajo y hacerlo de manera free-lance (como contratista
independiente) mientras se tiene un trabajo diario. ¿Es más difícil trabajar en
los cómics cuando tenés todo el día para hacerlos?
Puede ser, de hecho. Puede ser cierto…aun así, no quiero
volver a lo de antes.
|
Bocetos hechos en el reverso de los guiones. |
¿Cómo es tu régimen
diario?
Me levanto como a las 5 de la mañana, y me pongo a trabajar
a eso de las 7:30…es bastante rutinario. Suelo trabajar cinco o seis días a la
semana. Solía trabajar siete días a la semana, pero se me acabó la salud, ya no
puedo hacer eso.
¿Cuánto tiempo te
llevo escribir Blankets?
Cuatro años…bueno, más bien tres años y medio.
Eso suena a un montón
de tiempo, ¿pero para un libro de 540 páginas, no está tan mal, no?
Si, y como te dije, no era como que me estuvieran pagando
nada por hacerlo. Tenía que tener un trabajo para mantenerme, así que era como
un hobby. En cierto sentido, me fue bastante bien con ese libro, digo,
comparado con mi proyecto nuevo, el que estoy haciendo ahora.
¿Sabías cuando empezaste
a dibujarlo que iba a ser tan largo?
Si, ya lo había hecho todo en thumbnails, y tengo una
experiencia similar con mi libro nuevo. Lo bocete entero en una versión del
libro hecha con lapicera, luego trabajé a partir de eso. Así que sí, sabía en
lo que me estaba metiendo.
¿Alguna vez tuviste
dudas de meterte en ello? ¿Llegaste a pensar que la gente tendría dudas con
respecto a leer algo tan largo?
Definitivamente estaba preocupado sobre si a alguien llegaría a interesarle. También
tenía una visión del proyecto como un objeto, y creo que eso también puede
haber llegado a generarle interés a la gente. Yo no soy un gran fan de los
comics a lo panfleto. No sé qué hacer con ellos. Tenía en mente este proyecto
con las dimensiones de un libro, y me lo imaginaba como algo grande, con un
gran lomo y bastante pesado. De alguna forma era un poco como un chiste…quería
que fuera bastante bíblico, no pequeño e intimo.
¿Una vez que
terminaste con Blankets, tenías ganas
de lavarte las manos de lo autobiográfico?
Si, así que Habibi
no es autobiográfico, pero tiene cosas personales. Mucho más personales que
cualquier otra cosa que haya hecho.
¿Qué fue lo que te
alejo de lo autobiográfico? ¿Fue la reacción específica de alguna gente frente
al libro?
Si, fue eso, pero realmente no quiero meterme en ese tema…
¿Hubo una duda de tu
parte de antemano? ¿Se te ocurrió en algún momento que se podría convertir en
un problema?
No, no realmente, porque no creía que nadie iba a ver el
libro. Pensé que iba ser como cuando hice mi primer libro, Chunky Rice, que resulto bastante exitoso para ser un comic
alternativo, algo con un par de miles de copias dando vueltas por ahí. Pensé
que poca gente iba a verlo.
Especialmente siendo
un libro autobiográfico…siempre parecen ser tan deprimentes.
Sí, hay algo de eso. O sea, hay material de ese tipo que me
encanta, pero hay casos en los que quiero tirarlos a un lado y decir, “deberías dejar de hacer cómics. Aprendé como
arreglarte a vos mismo y viví tu vida”. Esas son cosas en las que
definitivamente estoy trabajando, a nivel personal, y me distrae un poco,
llegando a limitar mi productividad de vez en cuando.
|
Habibi. Publicado por
Pantheon books - 672 páginas. |
Bueno, ¿Qué nos podés
decir sobre tu nuevo libro “Habibi”?
Esa es toda una pregunta! A ver…creo que a falta de una
descripción más apropiada Habibi es
una historia épica al estilo de las 1001 noches. Es sobre dos niños esclavos
que se escapan y tratan de sobrevivir en el desierto. Es una especie de cuento
de hadas, pero toma cosas de muchos temas contemporáneos, como la religión, el
sexo y la política. Esa es algo así como la versión resumida.
Entonces se puede
decir que se trata sobre el islam.
Si, es definitivamente una gran parte de él. Una de las
motivaciones que tenía era que quería humanizar un poco la cultura arábica. Me
inspiró mucho la caligrafía arábica y sus patrones geométricos, además los
elementos espirituales del islam fueron una gran influencia. Se trata sobre el
islam, pero también se trata sobre el judaísmo y el cristianismo, y cómo
interactúan con él. Hay una motivación generada por un montón de problemas
políticos, pero tocados de una manera un poco más fantástica, más alegórica.
¿Tiene que ver con lo
que viene pasando en los últimos años?
No específicamente, no. Quizás tiene que ver con lo que
viene pasando en los últimos 6000 años [risas]. Es algo así como una especie de
romance apocalíptico.
¿Qué tan enseguida de
haber terminado Blankets comenzaste a
trabajar en él?
Cuando terminé Blankets
me vi envuelto en una gira de presentación que duro casi un año, y después
de eso hice Carnet de Voyage. Luego
de todos esos viajes y promoción comencé a trabajar en Habibi, lo que vendría siendo a fines del 2004.
¿No sentías ganas de
parar un poco y de hacer tal vez un libro más corto?
Quería tomarme un descanso. Pensé que éste libro iba a ser
un descanso, pensé que iba a estar terminado para el 2006. Pensé que iba a ser
bastante diferente –no es para nada autobiográfico- creí que iba a ser un poco
más alegre y divertido, pero no resulto ser el caso. Me ha hecho…varias cosas
que han pasado en mi vida me han hecho querer dejar de hacer historietas, del
todo.
Eso suena bastante
extraño, porque en realidad sos de las pocas personas con las que he hablado
que están en un punto en el que pueden dedicar toda su vida a hacer cómics.
Si, y es genial. Estoy muy agradecido por ello, pero tuve un
quiebre emocional y psicológico muy importante, y después mi salud se vino muy
abajo en los últimos dos años. Esa ha sido mi meta principal desde hace un
tiempo, tratar de estar saludable, y hacer esto me ha hecho menos saludable. De
ahí surge el cambio de prioridades.
En otra entrevista
dijiste que el libro iba a tener unas 200 páginas. ¿Por qué continúo creciendo?
¿No te viste tentado a serializarlo?
Bueno, 200 páginas parecían ser el tamaño ideal para el
libro que quería escribir. Aún antes de tener la historia hecha, ya se me había
ocurrido el tenerlo como objeto, y me parecía un objetivo bastante alcanzable
con una cantidad de páginas que me iba a permitir tener otro libro en la calle
en un período de uno o dos años. Durante un tiempo me gustó la idea de poder
tener otro libro en el mercado solo un par de años después de haber hecho Blankets. Se suponía que iba a ser un emprendimiento
más modesto. En cuanto a serializarlo, nunca me interesó hacerlo. Tenía esa
presión por parte de uno de mis editores extranjeros porque ellos sentían que
iba a ser demasiado tiempo para los lectores y que iba a ser un libro muy
grande para ser impreso. Me presionaron mucho para romperlo en capítulos y
separarlo en volúmenes, pero yo me resistí porque sabía que el libro no iba a
funcionar fraccionado de ésa forma. No le iba a resultar placentero al lector
porque estaba pensado para ser leído como un todo.
Tus dos trabajos
anteriores fueron autobiografías bien recibidas ¿Por qué el cambio hacia el
realismo mágico?
Para mantener el trabajo interesante. Quiero que todos mis
proyectos sean diferentes al anterior, aunque sea en términos superficiales. No
soy uno de esos historietistas que quiere trabajar con un grupo de personajes
durante toda mi carrera. Y me gustaría que cada libro fuera completamente
diferente.
Debido a la tremenda
aceptación que tuvo Blankets, ¿eso te
influyo en algo a la hora de hacer el nuevo libro?
Oh, no, no necesariamente. Es más un asunto de
sensibilidades, del tipo, ¿Qué derecho tengo yo de venir a jugar con éste
material? Obviamente cuando hacés autobio, nadie te puede decir nada porque es
tu propia historia. Pero también tenía un montón de inquietudes con respecto a Blankets…¿iba a resultar en un libro
egocéntrico y para nada accesible y medio patético? Me gustó enfrentar ese
desafío.
¿Tiene el mismo
formato?
Sí, inintencionalmente. Solo comencé a escribir y de pronto
ya tenía 60 páginas. Y en cuanto al ritmo de la historia y la forma en la que
se desenvuelve, pensé “Bueno, va ser otro libro largo”. Probablemente casi tan
largo como Blankets. Y, ya ves, se
pueden encontrar formas para acortar el número de páginas, hacerlo un poco más
denso como hacen otros autores, pero éste es el ritmo con el que me siento
cómodo narrando y leyendo, así que para bien o para mal es otro libro largo.
Quiero decir, creo que mis libros son grandes pero se leen rápido.
Estoy de acuerdo. Me
di cuenta de eso con Blankets…a pesar
de todo lo que pasa en él, me pareció que el ritmo era maravilloso…no
exactamente placentero, pero si relajado.
Es bueno oír eso. Creo que la mayoría de los cómics tienen
ese aire claustrofóbico, tanto para verlo como para leerlo, especialmente para
la gente que no está acostumbrada a leer cómics. Como yo vengo de un ambiente
de animación, realmente me preocupo por ese tipo de cosas.
¿Estabas tratando
activamente de escribir una novela gráfica o solo creció así, de forma orgánica
a medida que ibas trabajando en ella?
Desde el comienzo, lo que quería hacer era algo modesto, que
fuera relativamente corto justo después de Blankets,
pero muy pronto comencé a soñar despierto y a conjugar ideas, de verdad tenía
ganas de hacer un cuento de hadas de proporciones épicas. Esa palabra, “épico”
estaba dando vueltas en mi cabeza. No quería hacer algo a lo Kurosawa, con un
reparto masivo o multi generacional como Gabriel García Márquez, pero sí quería
hacer algo con varias capas que fuera capaz de sobrepasar y envolver a los
personajes de vez en cuando. Lo llamo épico porque sigue a estos personajes a
lo largo de un par de décadas en sus vidas y a través de varios trasfondos
tanto en el mundo antiguo como en el moderno. Pero es esencialmente la historia
de la relación entre dos personajes, así que no se trata sobre la guerra –por
eso no es como algo de Kurosawa- Realmente se enfoca en la relación entre dos
personas.
De verdad sentí que
se trataba de una novela gráfica, estabas haciendo que las palabras y los
dibujos trabajaran en conjunto tanto como te fuera posible.
Gracias. Si, nunca pienso en otro medio de la forma en que
alguna gente piensa cuando piensa en cómicas, como con una meta última de hacer
películas o algo por el estilo. Ese nunca fue mi acercamiento y es por eso que
siempre consideré al cómic como el medio para contar la historia, ya que se
trata tanto de uno como del otro.
El libro parece
representar variados temas de interés para vos. Hay religión comparativa,
misticismo, numerología, caligrafía y el poder de las palabras parece estar
particularmente acentuado en este libro, incluso de una manera extraña
considerando que se trata de una novela gráfica. ¿Podrías hablarnos un poco
sobre cómo fue que decidiste mezclar todos éstos elementos tan dispares?
Si, por donde comienzo? El libro estuvo muy influenciado por
las 1001 noches, así que sabía que Dodola
iba a ser un personaje siguiendo la línea de Scherezade, alguien que cuenta historias para poder sobrevivir. Que
se yo, algunas de las cosas solo emergieron. Yo crecí en una casa
fundamentalista cristiana, así que el único libro que había en la biblioteca
era la Biblia. No éramos para nada una familia educada en literatura, la Biblia
se suponía que era el único libro que te hacía falta leer, pero a la vez mi
hermano y yo íbamos usando todo lo que ganábamos haciendo cosas en la granja
para comprar historietas. Ya desde muy chicos eran la biblia y las historietas
–las únicas dos formas de literatura que parecían apropiadas para juntarlas en
este proyecto. La numerología…quizás fue cuando comencé a estudiar la
estructura del Corán lo que me llevó a ella, pero mayormente venía de afuera
del islam, ese misticismo del norte de África fue una parte muy importante del
talismán, el cuadrado mágico. Una vez que adopté esa como la estructura del
libro me obsesioné mucho con los números, porque cada capítulo tenía entonces
un valor numérico que era un tema. Y lo de la caligrafía me inspiró porque me
llamó la atención la belleza, la musicalidad y el esplendor que tiene la
caligrafía arábica. Siendo dibujante es como que estás dibujando las letras, es
algo muy similar, tus dibujos y tus palabras se mezclan generando una forma que
es similar a la escritura árabe.
|
Progresión de una página: Del lápiz a la tinta. |
Es evidente que es un
trabajo bastante diferente…al menos visualmente, tal vez no en cuanto al tono,
pero visualmente es muy diferente de tu material anterior. ¿Sentís que de
alguna forma te ayudo a madurar como artista?
Creo que en algún punto cuando hice el salto de ser solo un
admirador de los cómics a pasar al arte en general…las artes visuales en
general. Estaba consumiendo un montón…nada moderno, pero estaba obsesionado con
el trabajo de la línea y los dibujos de gente como, por ejemplo Lautrec, o Matisse,
algunos de Renoir. Así que nada moderno, estaba bastante distanciado del arte
moderno, el post-moderno y lo que fuera. Pero me alejé del terreno de los
cómics para estudiar un montón de arte más expresivo. En éste momento estoy
bastante consumido por la caligrafía árabe, así que estoy medio atraído al
mundo de dibujar letras y el trabajo con la tinta.
¿Alguna vez fuiste a
medio oriente?
En realidad no. La mayor parte del tiempo me la pasé metido
en mi estudio como suelen hacer los dibujantes. Fui a Marruecos en 2004, estaba
de gira por Europa y pude rescatar un poco de tiempo para mí mismo, sí que me
dieron ganas de ir a algún país islámico que fuera accesible. Viajando por
Europa Turquía y Marruecos son las opciones naturales. Me atrajeron los
escenarios con las medinas medievales de Marruecos, pero no era un viaje de
documentación. No andaba documentando cosas como hace Joe Sacco, pero fue una
gran oportunidad para ver toda la belleza y tener experiencias alocadas como
andar a camello en el desierto del Sahara y tener conversaciones con los
musulmanes.
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Carnet de Voyage. Publicado por
Top-shelf - 224 páginas. |
¿Entonces no fueron
esos viajes por Marruecos, como los detallaste en Carnet de Voyage lo que te llevó a hacer Habibi?
No…sí…algo así. Alguien puede haber dicho que fue algo así,
pero las semillas de Habibi fueron
plantadas mucho antes de ese viaje, y como Habibi
no se desarrolla en ningún tiempo ni lugar específico fui capaz de extraer cosas
de un modo liviano de esa experiencia y de crear otras tantas, porque después
de todo es un cuento de hadas. En ese sentido Marruecos no le dio forma al
libro, pero a la misma vez, habiendo experimentado cosas como andar a camello
en el desierto pueden ayudar a agregarle textura a lo que escribo.
Sos dueño de una
línea muy fluida ¿Qué tipo de materiales usas?
Uso pincel, un Winsor-Newton serie 7, número 3, que es una
herramienta bastante común para un
dibujante, y la tinta que uso es la Speedball superblack India ink, que no es
una tinta que fluya mucho. Es medio densa, pero a mí me sirve mucho para la
técnica de pincel seco que suelo usar con frecuencia.
Tu nombre surge
bastante cuando se habla con artistas que están haciendo su aparición. ¿Hacés
un esfuerzo consiente para ayudar a los artistas jóvenes?
No mucho más que cualquier otra persona en mi misma
posición. No siento que me desviva para ayudar a otros, pero definitivamente me
puedo relacionar con gente en esa posición. En general me caen bien los dibujantes,
y me gusta ayudarlos, pero en mi vida personal siento que tengo que balancear
mi nivel de interacción con la gente que hace otras cosas. Estoy metido en mi
estudio dibujando todo el día, lo último que quiero es hablar de eso en mi
tiempo libre. No dejo de hacer cosas para ayudar a nadie, la gente se me acerca
todo el tiempo y yo los ayudo con sus trabajos, o les dejo usar mi escáner,
pero soy yo el que precisa a un mentor, en serio. Creo que me vendría bien un
maestro/mentor para la siguiente fase de mi vida.
Pero de verdad lo
lograste y en realidad basado en el éxito de un solo libro. ¿Qué crees que fue
lo que resonó, no solo con la audiencia, sino con lugares como la revista
TIMES?
Probablemente fue el hecho de haber reaccionado en contra
del cómic como medio. Estaba actuando en contra de esos géneros exagerados,
llenos de explosiones, creo que los cómics alternativos han estado haciendo eso
desde hace ya un tiempo. Pero no quería hacer nada que fuera o cínico o
nihilista, algo que parece ser un estándar para muchos cómics alternativos.
¿Cuáles son tus
influencias? Me parece ver mucho de Will
Eisner en Habibi, sobre todo en
las caras…
Ese no es un esfuerzo consciente, y escucho esa comparación
muy seguido, pero él no es alguien a quien haya estudiado deliberadamente más
allá de sus libros sobre arte secuencial, esos que todos los dibujantes tienen
en sus bibliotecas. Con Habibi no sé
si estoy citando alguna referencia visual del medio de los cómics. Creo que la
inspiración proviene de afuera del campo, todo el arte islámico, la caligrafía
y las pinturas del orientalismo francés de finales del siglo XIX. Mucho arte de
la Francia de fin de siglo. Eso es sobre lo que me estaba volcando, y artistas
como William Blake y Gustav Doré.
¿Qué dirías que tiene
de especial el cómic como medio?
Una de las cosas que estaba pensando recientemente era sobre
un medio visual, uno de los más creativamente puros y eficientes, como por
ejemplo el cine; requiere a mucha gente, mucho tiempo y muchos recursos para
poder comunicar una idea. Los cómics son la forma más pura en la que una sola
persona puede realizarlo todo. Se puede ser el narrador, y el actor, y el
diseñador de producción todo con solo papel y tinta. Es muy directo en ese
sentido. En un momento en que la industria de la imprenta parece estar
muriendo, alguna de sus últimas huellas puede pertenecer a la literatura
gráfica, ya que aún es muy disfrutable el consumir literatura visual – tinta
sobre papel. Puedo comprender el porqué la gente quiere tener novelas y leerlas
en un Kindle, pero no hemos llegado al punto en que quieras leer cómics de esa
manera. Creo que hay algo muy elemental, ya que todos crecemos dibujando, hay
algo muy interesante con respecto a tratar de contar una historia por medio de
dibujos a lo largo de la vida adulta.
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Thompson posando frente a los originales de Habibi. |
¿Se acepta al cómic
dentro del mundo literario?
Todavía hay grandes prejuicios en su contra, aún así existe
una inmensa obra de literatura en cómic de la cual la gente no está enterada, o
no está interesada en encontrar. Creo que algo ha cambiado, ciertamente porque
parece que el mundo editorial se ha acercado más a la idea de publicar novelas
gráficas, aunque sea por una mera razón de mercado. No sé si los dibujantes
están muy preocupados por ser canonizados en algún tipo de forma académica,
porque creo que abrazamos la idea de ser una forma de arte bastardeada. Es algo
así como el rock en el sentido que creo que hay algo de orgullo en la crudeza y
la falta de acartonamiento en el medio.
¿Cuáles dirías que
son los aspectos más únicos que tiene el medio en términos de las posibilidades
que tiene a la hora de contar una historia?
Son demasiadas cosas para considerar de una! Con un poco de
suerte logro mostrar algunas de ellas en mis páginas. Hay definitivamente algo
que se puede hacer que tiene que ver con el viaje en el tiempo, y los saltos en
la narrativa. Si sos capaz de ver cosas una al lado de la otra, se puede hacer con
mayor gracia en los cómics que en la prosa o en película. En film puede
resultar molesto porque no podés dar un paso para atrás y ver las cosas de
nuevo, sin embargo creo que se puede rebobinar en un DVD. En la prosa no hay
esas típicas pautas visuales que hacen el salto más fluido. Existe una fluidez
inherente al tener imágenes yuxtapuestas en una página, una al lado de la otra.
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Comics = Lectura, lo dice Smith y Thompson
lo confirma. Debe ser cierto. |
¿Te ves a vos mismo
contando una historia en algún otro formato que no sea una novela gráfica?
Bueno, definitivamente por medio del dibujo. Aun estoy
tratando de descifrar que debería de ser una novela. Aun pienso en mi trabajo,
y la mayoría de los otros trabajos en cómic como algo gráficamente feo. Estoy
trabajando en eso. Me encantan los libros ilustrados, y no hablo solo de libro
infantiles. Cuando my diario de viaje salió –ese fue un libro bastante fácil de
hacer- pasé apenas tres meses haciéndolo, y luego ya estaba impreso. Fue casi
algo instantáneo. Alguien que lo criticó dijo que ni siquiera era una
historieta. No podría ser definido como historieta. A mí me pareció muy
extraño, la definición de historietas consiste en una página con varios
cuadritos en ella.
¿Tenés algunas
últimas palabras que ofrecerles a aquellos que han descartado a la historieta
como un medio válido?
Me parece gracioso, que haya gente como los ingleses, que
tienen a alguien como Alan Moore, y ese me parece un punto de partida crucial
para leer cómics, ya que hay un mensaje político metido en cada uno de los
paneles que él escribe. A veces es difícil ser un historietista porque no creo
que un escritor tenga que explicar porqué trabaja haciendo prosa, mientras que
los historietistas mantienen una actitud defensiva para con el trabajo que
hacen. Vivimos en una cultura visual, todo lo que consumimos hoy día es visual
y aún así los cómics todavía representan una visión puramente individual, y son
como una especie de homenaje intimo a la antigua y original imprenta de
Gutenberg o a los manuscritos de los iluminados cuando en realidad son solo
tinta sobre papel donde hay una comunicación pura y directa entre el autor y la
audiencia. El dibujante trabaja con una especie de forma rápida de cursiva,
donde los dibujos se escriben y las palabras se dibujan, y creo que hay algo
muy profundo en eso.
©2012 Brainstorm producciones.
©2012 Craig Thompson para todas las imágenes.
©2012 cada autor para su respectiva entrevista.
Información recabada
de los siguientes medios:
Entrevista de dos partes realizada en 2007 por Brian Heater para The daily cross hatch.
Entrevista realizada en 2011 por Mike Rhode para el Washington
City paper, sección Arts desk.
Entrevista realizada en 2004 por Karin L. Kross para el sitio
bookslut.com.
Entrevista posteada en 2011 en el sitio poptonesmusings originalmente publicada por new statesman.
http://poptonesmusings.blogspot.com/2011/09/interview-with-craig-thompson.html