William Gezzio es uno de los
nombres históricos de la historieta uruguaya, los mayores lo conocen de haber
leído su tira “Viviana y Yamandú” en el diario La República, los más chicos (y
no tanto) lo recordamos por su trabajo en la revista Charoná, que es algo así
como la Billiken uruguaya. Yo mismo tuve la enorme fortuna de compartir medio
con el cuando a fines de los noventa ambos publicábamos en el semanario El Eco,
un semanario local que se distribuía entre las ciudades vecinas de Carmelo y
Nueva Palmira. Yo publicaba en la parte de Carmelo y él en la de Palmira, ya
que es oriundo de dicha ciudad. Estoy viendo cómo hago para entrevistarlo en
persona ya que con él hay mucho para hablar y muchos temas polémicos para
tocar. Hace poco publicó lo que sigue en su página de Facebook, con su permiso
lo reproduzco en éste lugar para que sirva de advertencia a todos aquellos jóvenes
autores que se ilusionan frente al que puede ser su primer trabajo pago. Sin
más perorata los dejo con el texto.
Recuerdos desde mi tablero...
Por William Gezzio.
El deseo más persistente en mi adolescencia era que al recibirme de dibujante, poder publicar una tira con un personaje de mi creación, como los que tanto admiraba de los dibujantes extranjeros: “Terry y los piratas” de Milton Caniff, “El corazón de Juliet Jones” de Stan Drake y Capplin, “Steve Roper and Mike Nomad” de Saunders y Woggon , “Tarzán” de Russ Manning, "Kerry Drake” de Alfred Andriola, "Big Ben Bolt", de John Cullen Murphy, y por estos pagos “Vito Nervio” de Breccia y Wadel, que aunque no era en tiras, tenía sus características porque Breccia lo dibujaba en tiras y luego en la editorial hacían el montaje a 4 por página.
Estábamos en 1963, vivía en mi ciudad, Nueva Palmira y ya tenía mi diploma de la Escuela Panamericana de Arte y con un amigo de la infancia Dante Deluca, a quien le gustaba mucho la historieta, aunque carecía del don del dibujo pero sí del guión, hicimos nuestro primer avance en las tiras.
Fase 1: El primer encargo
Mi amigo tenía unos conocidos en Seusa (La Mañana y El Diario que publicaba un suplemento semanal de historietas, sindicado, por supuesto) concretó una entrevista, a la que asistimos y nos atendió el secretario de redacción,un reconocido escritor cuyo nombre me reservo, solo pondré las iniciales.
Yo había dibujado unas 25 tiras a tamaño americano: 25 por 50 cms, en blanco y negro de una historia que se basaba en los problemas juveniles ocurridos en una clase de un liceo. Luego de barajar muchas posibilidades nos habíamos inclinado por este tema, intentando llegar al público adolescente; después nos enteramos que es el que menos lee historietas…
Al ver las tiras, aquél hombre de cabello ya cano y grandes lentes, quedó muy interesado y nos dijo que a pesar que la empresa ya compraba material sindicado, habíamos llegado en el momento justo para presentar una tira completamente uruguaya.
¡Era increíble con la seguridad que nos lo dijo, pero…había que buscar otro tema más interesante, más atractivo, que el directorio de la empresa no dudara y nos contratara! Y se fue, volviendo al rato con la colección del mes de uno de los diarios de la empresa y nos lo puso delante:¡ese era el tema! ¡la tira debía tratar sobre el gran robo al tren de Londres que había ocurrido hacía poco y nosotros podríamos imaginar que los tipos venían escapando a Punta del Este, etc, etc!”
Mi amigo le dijo que él podía escribir el guión si le daba algunos diarios y cuánto tiempo necesitábamos para llevarle las primeras tiras: “Tienen un mes, pero deberíamos contar con unas 60 tiras por lo menos porque así el diario no se queda sin material y como ustedes viven tan lejos” (Nueva Palmira, mi ciudad está a 275 kms.de Montevideo, pero en los 60´s estábamos en la China! Todavía dependíamos de la ONDA) Ni se habló de dinero. Lo más importante estaba “logrado”…
Y nos fuímos.
Entre mareados y contentos. La parte más compleja era la mía que tenía que dibujar dos tiras diarias y de noche, porque de día trabajaba en un comercio como auxiliar administrativo para ayudar en mi casa, pero era lo que más había deseado y me propuse hacerlo.
Mi amigo se quedó en Montevideo, estudiando y semanalmente me enviaba por correo los guiones, fotos y recortes de lo que se publicaba en los diarios y además seguía manteniendo un diálogo telefónico con aquél señor canoso de lentes, tan amable que nos había “abierto las puertas a la fama”.
El personaje principal de la tira sería un escritor uruguayo: Richard D, que iba narrando los sucesos acaecidos en la lejana Inglaterra y el robo del siglo.
Fase 2 La ilusión marchitada
Cuando tuve las primeras 20 tiras, vine a mostrárselas al amable secretario de redacción, quién quedó encantado y aumentó mis ilusiones al felicitarme por los dibujos, y decirle a mi amigo que el guión estaba “muy interesante”.
De vuelta a mi casa, “metí pluma y pincel” para adelantar lo más posible y cuando anduve por las 50 volví a Montevideo. Ya imaginaba mi tira al pié de página de uno de aquellos diarios. Lo demás vendría solo. Ya caminaba entre prestigiosos dibujantes de comics strips. Era el sueño hecho realidad.
A media mañana, mi amigo y yo estuvimos en el edificio de SEUSA...al hombre amable cuyas iniciales mantendré ocultas, tuvimos que esperarlo más de tres horas . "Justo ese dia entraba más tarde" y a pesar que mi amigo le había comunicado por telefono que íbamos a ir, se hizo esperar. Luego del saludo formal, más bien frío -cosa común en dicho señor- me pidió que le dejara todas las tiras y que nos contestaria en dos días y que yo terminara las 10 restantes, a lo que le respondí que ya habia gastado en material, viajes y además, cada vez que venía a Montevideo, me descontaban el día en mi trabajo.
Que me asegurara cuánto íbamos a cobrar. El amable señor nos dijo que no nos preocupáramos que con el solo hecho de publicar en tan importante diario,todavía no sabía si sería en La Mañana o en El Diario de la noche, estaríamos pagos, entonces mi amigo lo encaró y le dijo que no nos tomara el pelo, que el trabajo debía tener un precio y que gratis no íbamos a trabajar.
Nosotros ya habíamos tenido demasiados gastos y aun no veíamos un peso. El amable señor insistió en que no nos preocupáramos y que dentro de unos días, tendríamos la respuesta. Me volví a mi ciudad y seguí dibujando las tiras que faltaban, esperando ansiosamente que pasaran los días para saber que pasaba. Esa semana pasó como todas, sin novedad. En mi casa no había teléfono y mi amigo, que quedó en Montevideo tampoco tenía como para llamarle.¡Qué bien nos hubiese venido la era de los celulares o de la compu, como hoy en día!!!
Fase 3: Triste y previsible final
Al fin, a la semana y media llegó una carta de mi amigo que me contaba lo que yo ya intuía: ¡todo había sido rechazado!. El amable señor, secretario de redacción del diario La Mañana: el sr. Omar Prego Gadea, del que solo pongo sus iniciales no se hizo cargo del pedido que nos había hecho,alegando - "que nosotros lo malinterpretamos porque después de todo, la empresa ya compraba material al sindicato que casi se lo regalaban", y que "no iban a publicar a dos ilustres desconocidos".
Fue un lamentable comienzo como dibujante uruguayo de tiras de historietas y que se repitió muchas veces en mi carrera, haasta hace poco, como muchos están enterados.
Si no hubiese tenido tan aferrado mi deseo de ganarme la vida como dibujante, - por la ausencia de un sindicato que me protegiera como trabajador, además de la falta de escrúpulos de algunos editores o gerentes con los que me he “topado”-, habría seguido los consejos de mi padre:
-”estudiá como bancario que como dibujante te vas a morir de hambre”…
Addenda: No puedo mostrar aquellas tiras porque el tiempo me las devoró en tantas mudanzas que he hecho y se esfumaron en sus nieblas...pero estaban bien dibujadas, a pesar de ser un dibujante uruguayo que recién empezaba.
Mi amigo siguió por otros derroteros que le dieron un mejor medio de vida, lejos de guiones y las historietas. Hoy nos reímos de aquellos días en que soñábamos con la fama.
¡Já, fama para dos uruguayos ilusos! ¡Mai più!
Tira realizada por Gezzio, no precisamente la del caso en cuestión. Solo un pequeño ejemplo de su trabajo. |
© 2013 Brainstorm Producciones.
© 2013 William Gezzio para todas las imágenes.
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